Los productores de vino quieren su propia regulación. El Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) impulsa la creación de una norma oficial mexicana (NOM) para el sector, que ahora se apega a las reglas que aplican para todas las bebidas alcohólicas que se producen y venden en el país.
Hans Backhoff, quien preside el CMV, afirma que, junto con el gobierno, el organismo impulsa la creación de una norma especializada para que, en caso de que en el futuro existan otras regulaciones o cambios en las generales, la industria evite posibles afectaciones.
“Especializar [las normas] nos hace mucho sentido, pero sin sobrerregular, porque de nada nos sirven dos normas que tengan lo mismo. Queremos una NOM que lo simplifique todo y que nos lleve a regular la parte comercial, la de etiquetado, la parte técnica y, con ello, empezar a formar un bloque que proteja y promueva el vino mexicano como tal”, afirma.
Esta nueva norma está en fase de anteproyecto, pero la perspectiva es que antes de que finalice el año estaría avalado y, con ello, durante 2022 podría entrar en vigor, de acuerdo con Backhoff, quien no revela más detalles sobre el contenido del documento.
En la actualidad, el vino se apega a la Norma 142, que establece las especificaciones sanitarias y de etiquetado para todas las bebidas alcohólicas que se comercializan en el país.
La nueva reglamentación sería una de las columnas vertebrales para dar un impulso a las zonas productoras en el país, que es uno de los ejes que el Consejo trabajará durante el próximo año, para incrementar la producción y consumo del vino nacional, en el país y en el extranjero.
Además de la normativa, el presidente del CMV añadió que será relevante replicar los programas sectoriales y reglamentos que hayan tenido éxito, lo que permitirá crecer de forma más ordenada las producciones, con una meta puesta en la vocación agrícola. Esto considera los ordenamientos hídricos, para que la industria tenga un desarrollo responsable y con infraestructura sostenible. Para ello, señala Backhoff, será necesario trabajar de la mano de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para establecer lineamientos para el ordenamiento territorial.
“La planificación tiene que ser a nivel general y creo que ya tenemos mucho camino avanzado. Ahorita, el secreto sería que nos pusiéramos de acuerdo con los planes que traemos y empecemos con el tema de las indicaciones geográficas y con la NOM”, puntualiza.
Productores de vino y los impuestos
La actualización del esquema de pago de impuestos de las bebidas alcohólicas artesanales también daría un empuje al vino. Los senadores que impulsan la iniciativa consideran que con este cambio habrá más competencia y crecerán en participación de mercado, porque tendrán “piso parejo” con los grandes productores.
La propuesta considera actualizar el esquema del pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para que este no se calcule por el precio final del producto (Ad Valorem), sino por el grado de alcohol que contiene cada bebida embotellada (Ad Quantum). Con la actualización, el erario obtendría una recaudación adicional de 20,000 millones de pesos, según la propuesta.
Jorge Luis Ornelas, quien preside el Sistema Producto Vid de Chihuahua, comenta que la carga impositiva es uno de los impedimentos para que el vino nacional logre competir con los importados, que llegan al mercado con un precio más bajo para el consumidor, debido a los apoyos en sus países para exportar.
Estas no son las únicas medidas fiscales que beneficiarían a la industria. Los productores también destacan el retiro de los impuestos estatales, como ocurrió en Baja California, en donde en 2021 el gobierno local condonó el pago del gravamen de 4.5% al vino, correspondiente al Impuesto Estatal a la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico que se genere durante el ejercicio fiscal 2021.
“Lo ideal sería que el IEPS desapareciera, es la única manera de competir. Debemos tomarlo como si fuera un alimento en lugar de una bebida con alcohol. Grabarlo por los grados de alcohol nos ayudaría mucho, pero lo ideal sería que consideran al vino como un alimento”, declara.