Las duras restricciones a la movilidad, a la hostelería y al turismo han tenido un crudo impacto en el sector de las bebidas espirituosas que, de acuerdo con los datos de la entidad que agrupa a productores y distribuidores de bebidas alcohólicas procedentes de la destilación de materias primas agrícolas en España, registró una caída del 30 por ciento en 2020.
El cierre de la hostelería y posteriores restricciones –algunas de ellas aún en vigor- unido a la pérdida de 64,5 millones de turistas son los dos aspectos de mayor impacto para el consumo de las bebidas espirituosas.
Los datos reafirman el fuerte arraigo que tienen las bebidas espirituosas en el canal de hostelería y su patrón de consumo social, asociado a momentos de ocio y disfrute.
Durante 2020 el sector de las bebidas espirituosas ha sido de todos los sectores de bebidas el que más ha sufrido, con caídas de consumo con valores que entre el -30% y el -50 (en algunos casos singulares incluso hasta el -80%), dependiendo del nivel de exposición a la hostelería y al turismo.