- Hay decenas de miles de millones en comercio en medio del mar
- Ha aumentado el temor a una huelga en el sector del ferrocarril
Más de dos años después de que las consecuencias del coronavirus pusieran patas arriba la cadena de suministros mundial, ésta todavía no ha conseguido volver a su estado prepandémico. Los confinamientos, las restricciones, la escasez de materias primas y la fuerte demanda han provocado tal congestión en los puertos de EEUU y Europa que actualmente hay decenas de miles de millones de dólares en comercio están bloqueados o anclados en medio del mar.
Mientras que las huelgas y paros laborales en los puertos alemanes y holandeses están provocando una acumulación masiva de contenedores que debían ser enviados a EEUU, el 13 de julio había buques que portadores de aproximadamente 460.000 y 180.000 contenedores a la espera de poder atracar en los muelles de la Costa Este y Oeste, respectivamente.
El problema es que no pueden entrar en el puerto y descargar su mercancía porque los muelles no tienen espacio para más contenedores, lo que a su vez obstaculiza el movimiento del comercio dentro del muelle. Según el puerto de Los Ángeles, actualmente hay un total de 19.665 contenedores ferroviarios que llevan nueve días o más esperando para ser trasladados. El de Long Beach, por su parte, acumula otros 13.819 contenedores ferroviarios. En total, el valor de las mercancías que aguardan para llegar a su destino supera los 1.540 millones de dólares, según las estimaciones de MDS Transmodal.
El amontonamiento en los puertos estadounidenses se debe a la falta de entendimiento entre las compañías de ferrocarril y los sindicatos, quienes llevan negociando de manera intermitente desde 2020. Una situación que ha hecho aumentar el temor a una huelga y ha obligado a la Administración Biden a intervenir para evitar la interrupción casi total del comercio interestatal. Según publica CNBC, la última huelga ferroviaria en EEUU se convocó en 1992 y le costó a la economía estadounidense 50 millones de dólares diarios. En la actualidad, de tener lugar dicho paro la cifra probablemente sería mayor.
Huelgas y paros laborales en Europa
Las huelgas y paros laborales en los puertos alemanes y holandeses están provocando una acumulación masiva de contenedores -cargados con componentes críticos para el sector automovilístico o el del comercio minorista- que debían ser enviados a EEUU. Algunas de las compañías afectadas por esta situación son Mercedes, BMW, Ford e Ikea. La magnitud del problema es tal que se calcula que solucionarlo llevará meses.
La ralentización en el transporte de mercancías se ha convertido en algo habitual. Entre el 60% y 70% de los buques portacontenedores no cumplen con los horarios establecidos, según los datos recopilados por Sea-Intelligence. Pero no se trata solo de eso, también hay problemas para encontrar un barco disponible, lo que obliga a los importadores estadounidenses a comenzar la búsqueda con cuatro o incluso cinco semanas de antelación, asegura Andreas Braun, director de productos marítimos para Europa, Oriente Medio y África de Crane Worldwide Logistics.
A lo que se añaden las dificultades para trasladar los contenedores hasta los puertos. Los paros laborales y las huelgas en Alemania y Holanda han provocado una congestión en el sistema ferroviario y ha reducido el número de contenedores disponibles, según publica Fortune.
En un intento por sortear estos problemas, algunos transportistas han desviado los volúmenes de los puertos alemanes hacia Amberes y Rotterdam, lo que ha incrementado la congestión.
Para los importadores estadounidenses, esto se traduce en que pueden llegar a recibir sus contenedores con entre 7 y 9 días de retraso. Para los consumidores, supone pagar más por las mercancías.