Más de un centenar de buques aguardan -entre nueve y 11 días de media- para atravesar el corredor
Las restricciones para cruzar el Canal de Panamá causadas por la sequía en la zona ya hacen que los buques que esperan para cruzar la infraestructura deben hacerlo durante el triple de tiempo que el año pasado o en 2021. En agosto, de media, haya que esperar 270 horas (algo más de 11 días) en dirección norte y 233 horas (nueve días) hacia el sur, mientras que hace un año la media eran 73 y 71 (en torno a tres días), respectivamente. En 2021 la situación fue muy parecida, con 73 y 72 horas de media.
Ya en julio se notó este aumento en los tiempos de espera, que se situaron en 157 y 133 horas, cuando en 2022 fueron 80 y 61 y en 2021, 114 y 126. Junio, sin embargo, fue un más rápido de medio que en los dos años anteriores.
El Canal de Panamá ya advirtió hace meses que tendría que tomar estas medidas por la sequía y en agosto, cuando publicó la última comunicación mensual de sus operaciones, adelantó que el máximo de 44 pies de calado y el límite de 32 embarcaciones diarias se mantendrán “en los próximos meses” salvo que se den “cambios significativos en las condiciones meteorológicas” respecto a las proyecciones actuales. Este ajuste, destacaron, es “esencial” porque se espera que los cambios en los patrones de precipitaciones afecten a la disponibilidad de agua en Panamá, donde, además, hay una “amenazadora posibilidad” de que el fenómeno del Niño tenga lugar “antes de que termine el año”.
La situación en Panamá también generó cierta fricción entre el Gobierno de Panamá y el de Colombia. El presidente colombiano, Gustavo Petro, compartió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que decía que “la sequía cierra el Canal de Panamá” y enlazaba una noticia que aseguraba que “más de 200 embarcaciones están atrapadas a ambos lados de la vía fluvial”. La cuenta oficial de la Presidencia de Panamá, por su parte, contestaba que “el Canal de Panamá mantiene abiertas sus operaciones y el libre tránsito para facilitar la movilidad y el comercio mundial”. Asimismo, apuntaba que “la información que circula en redes sociales no es cierta y distorsiona la realidad“.
Señor Presidente de Colombia @petrogustavo, el Canal de Panamá mantiene abiertas sus operaciones y el libre tránsito para facilitar la movilidad y el comercio mundial. La información que circula en redes sociales no es cierta y distorsiona la realidad. https://t.co/rBgUYgbBYY
— Presidencia de Panamá (@presidenciapma) August 22, 2023
Después, el propio Canal respondía a Petro con “información actualizada” publicada en su web sobre la situación. En ella, reconoce que hay “poco más de un centenar de buques en espera de tránsito” -en declaraciones anteriores a Efe había cifrado las embarcaciones exactamente en 134- y recordó que “en circunstancias normales” hay “hasta 90 buques” esperando para transitar por el Canal. El miércoles había unos 120 barcos en espera.
“Aunque no podemos controlar la naturaleza, podemos adaptar nuestras operaciones para garantizar un flujo competitivo de buques”, se defiende la organización en este comunicado. La sequía ha obligado a reducir el número de buques que cruzan cada día -en condiciones normales, 38- a 32 y a limitar el calado, la profundidad que alcanzan las embarcaciones, a 44 pies (13,41 metros) para reducir el consumo de agua.
El Canal se encuentra actualmente en lo que se conoce como Condición 3 de reservas, que limita las franjas horarias de reserva para las esclusas Panamax de 23 a 14 (10 para buques de gran tamaño y otras cuatro para barcos de tamaño normal). “Esto nos permite gestionar la congestión y garantiza que los buques en ruta o en cola, que no hayan obtenido reservas, puedan seguir transitando en plazos razonables”, explica el Canal. En Neopanamax, la ampliación que comenzó a operar en 2016, no hay cambios en la operación de las esclusas, que mantienen su media de 10 tránsitos al día.
Ya antes del cruce de declaraciones, en una conferencia en la mañana del lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aprovechó para proponer el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) como solución para el comercio mundial. El proyecto, “prioritario” para el Ejecutivo, según la Secretaría de Economía de México, pretende mejorar la conexión entre los océanos Atlántico y Pacífico a través de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, con la modernización y desarrollo de las líneas de ferrocarril, carreteras y aeropuertos que los unen. El primer puerto conectaría con Europa y Estados Unidos y el segundo, con este mismo país, además de Asia y Centroamérica y Sudamérica.
PARÓN EN SUEZ
El miércoles también hubo retrasos en el Canal de Suez después de que un buque cisterna y un petrolero chocasen, lo que obligó a interrumpir el tránsito durante varias horas. El accidente afectó al BW Lesmes, que transporta gas natural licuado y tiene 295 metros de de eslora, y el Burri, que lleva petróleo y es algo más pequeño, 250 metros. El primero realizó una “parada repentina” por un fallo técnico que hizo que perdiese su manejo, según la Autoridad del Canal. El falló coincidió con “una fuerte corriente” lo que propició que el Burri tuviese un “ligero contacto” con la otra embarcación, según explicó la Autoridad del Canal de Suez.
El choque en Suez fue casi una anécdota y se solucionó en cuestión de horas, pero supuso retrasos y trajo a la memoria el parón -que se notó en la cadena de suministros a nivel mundial- causado por el Ever Given, de la empresa de envío de mercancías taiwanesa Evergreen.
Si bien el atasco no es tan grave como el producido hace dos años cuando el Ever Given quedó atravesado en el Canal de Suez y bloqueó por completo el tránsito durante cerca de una semana, también es una ralentización que no tiene solución a corto plazo. Curiosamente, el Ever Free, también perteneciente a Evergreen, cruzó el Canal de Panamá en su viaje inaugural y tuvo que dejar en tierra parte de su carga para cumplir con las restricciones de calado.