La relocalización, la automatización y el trabajo en remoto parecen ser algunas de las grandes claves del futuro de la logística en Europa. Al menos, considerando que lo opinan los principales actores del sector, a fin de lo cual repasamos varias de las conclusiones del European Real Estate Logistics Census organizado por dos firmas de la industria, Savills Aguirre Newman y Tritax EuroBox.
En efecto, éstas son las previsiones de los expertos en la materia que asistieron a este encuentro de cara a los próximos tres años. Consideran, los especialistas, que la pandemia obliga a tomar cartas en el asunto y, entre otras cosas, analizar la posibilidad de una relocalización de buena parte de sus operaciones, haciendo que las cadenas de suministro se vean menos afectadas por un incidente.
Concretamente, dos de cada tres encuestados al respecto sostienen que ésta es una de las medidas que considerarán a corto plazo. Pretenden, con las nuevas ubicaciones, “mitigar las disrupciones” que ha provocado la pandemia en sus procesos logísticos, derivando rápidamente en problemas concretos, como los retrasos en los envíos, mientras sufrían también el creciente precio de los combustibles.
Como consecuencia de ello, otra de las cosas que comenzaremos a ver con cada vez más frecuencia es la demanda de naves logísticas de mayor superficie, a partir de encuestas que indican que las operadoras logísticas son algunas de las que más se expandirán en breve. Colocándose de este modo, sobre todo en Alemania, Francia y España, por delante tanto de los retailers como de los fabricantes.
La automatización logística es otra de las soluciones que irán ganando relevancia en los próximos 12 meses, dado que permite ahorrar movimientos humanos, reduciendo los costes que tiene la logística más tradicional, en el almacén, y ayudando a destinar esos recursos directamente hacia otras áreas que puedan necesitarlos más, optimizando la designación de presupuestos y mejorando la productividad.
Finalmente, Savills Aguirre Newman y Tritax EuroBox suponen que tanto los costes del suelo como los de construcción crecerán a tasas superiores al 5% anual durante los próximos cinco años debido a la presión sobre estos espacios, por la adaptación que se transita. Evidentemente, esto sin olvidar los compromisos en materia de sostenibilidad, basados en los ya conocidos criterios ESG.