CHRISTMAS CHAOS

S.O.S. La cadena de suministro global ha hecho crack. Juguetes, aparatos electrónicos, materias primas, están varados en los caóticos puertos chinos. Se trata del mayor colapso de la historia.

Se prevén unas navidades donde quizá te toque explicarle al enano o la enana, que Papa Noel y los Reyes Magos se han despistado un poquito, y han traído el plan B envuelto en papel de regalo.

En US. el 85% de los retailers confiesa que posiblemente defraudará a sus clientes. Los grandes retailers han fletado cientos de barcos que en estos momentos están cruzando los océanos. En los puertos de la China Continental les esperan millones de productos. Los precios de los contenedores han alcanzado precios siderales: el costo medio de enviar un contenedor metálico rectangular estándar desde China a la costa oeste de EEUU alcanzó los 20.586 $, casi el doble de lo que costaba en julio, que era el doble de lo que costaba en enero.

En muchos países, la demanda se ha disparado gracias al efectivo ahorrado durante la pandemia cuando en muchas ocasiones consumir era complicado. Pero ahora, con la mejora de la situación sanitaria, se prevé una demanda de los consumidores que está obstruyendo las líneas navieras mundiales.

Los agresivos estímulos fiscales y monetarios de muchos gobiernos y los bancos centrales (no es el caso de España), incrementaron la demanda de bienes.

Los problemas en US. no se limitan a la acumulación de buques en los puertos: hay escasez de conductores de camiones y chasis disponibles. Es decir: los contenedores se están apilando, una vez que finalmente están en tierra firme.

De las 21 compañías del índice S&P 500 que habían informado resultados del tercer trimestre hasta el viernes, el 71% citó el impacto negativo de los problemas de la cadena de suministro en las ganancias.

En España, la teoría intuye que Amazon será de los que más complicado lo tenga: España es el Marketplace de Amazon en el mundo con más presencia china (el 62% de los vendedores son chinos, en Alemania apenas son el 38%, según Marketpulse).

Hoy se está tardando en descargar un contenedor en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, los dos más grandes del hemisferio occidental, 6,4 días, casi el doble del promedio previo a la pandemia de 3,6 días. Los puertos están colapsados en un fastuoso cuello de botella de mercancías esperando a ser descargadas.

Este caos puede dar lugar a que la demanda de bienes de consumo caiga debido al aumento de los precios, y a la intuición de los consumidores de posibles retrasos o rupturas de stock , haciendo que se decanten estos gastos en bienes hacia servicios, incluidos viajes, eventos deportivos, conciertos y similares.

Primero covid. Luego esto. Y al final, saldremos adelante.