La marca perteneciente al grupo Diageo ha cerrado su tienda en la madrileña calle Serrano para concentrar su modelo de experiencias en su país natal
Entre las lujosas tiendas de ropa, joyerías y buenos restaurantes de la calle Serrano de Madrid, la reconocida marca Johnnie Walker decidió levantar en 2018 un ‘museo del whisky’ para el deleite de sus clientes más exclusivos. Esta aventura en la milla de oro de la capital española llega a su fin. La marca, que pertenece al conglomerado británico de bebidas alcohólicas Diageo, cierra de forma definitiva su tienda ‘de experiencias’ para concentrar este modelo de negocio en su tierra: Escocia.
El cierre se produjo en junio, pero tanto alguno de sus clientes como interesados en ‘oportunidad’ inmobiliaria que ofrece este local hablaban de una posible “reforma” para sorprender a los viandantes que transitan desde Serrano hasta la Puerta de Alcalá. Pero no ha sido así, como confirma la propia marca. “Nuestra tienda de la calle Serrano cerró al público el pasado mes de junio”, explican a Vozpópuli desde Diageo.
“Después de su cierre físico, la tienda ha mantenido su presencia en e-commerce, donde sigue poniendo a disposición del público español nuestros productos más exclusivos, botellas personalizadas, así como algunos artículos que no se encuentran en otros puntos de venta”, añaden desde Diageo.
La tienda ‘flagship’, tienda insignia o centro de experiencia, fue el primer movimiento de Johnnie Walker más allá de las islas británicas para extender su programa de turismo de la industria del whisky. Una estrategia de Diageo que contaba con una inversión global de más de 170 millones de euros. El plan partía de remodelar ‘en su casa’ las 12 destilerías de Johnnie Walker y en la creación de un gran centro de visitas en Edimburgo para hacer del scotch una de las principales atracciones del Reino Unido.
“Nuestra tienda Johnnie Walker Flagship Store Madrid de la calle Serrano nos ha permitido relacionarnos de una forma muy especial con los clientes de la marca Johnnie Walker, creando una experiencia única de relación con la marca”, comentan a este medio desde Diageo, dueño de otras marcas conocidas en el país como Tanqueray o J&B.
Este ‘museo’ ofrecía a sus visitantes la oportunidad de adquirir botellas exclusivas de la marca juntas, de hasta 2.500 euros, junto con sus tradicionales ‘etiqueta roja’, ‘etiqueta negra’, ‘enriqueta verde’ o ‘etiqueta azul’. También ofrecía catas de whisky e, incluso, personalizar las botellas de Johnnie Walker o ‘Juanito caminante’, nombre coloquial con el que se reconoce a la marca en los bares españoles.
“La marca ha decidido a nivel global concentrar su inversión en la tienda Johnnie Walker de Prince Street, en Edimburgo, y en los centros de visitantes de nuestras destilerías en Escocia, donde hemos creado nuevas experiencias de visita”, explican los representantes de Johnnie Walker en España.
Johnnie Walker y Diageo
El grupo de bebidas espirituosas vive una etapa de revisión del negocio. El grupo Diageo logró recuperar el negocio que perdió durante la pandemia, pero ahora sufre otro tipo de retos que afectan a las decisiones de negocio de marcas como Johnnie Walker. Las acciones de la compañía británica se desplomaron el pasado 10 de noviembre un 13,77%, su mayor caída desde finales de los años 90, tras presentar sus resultados.
Diageo explicó al mercado que sufre una ralentización de las ventas en América Latina y en el Caribe, que afectará a los beneficios de la primera mitad de su año fiscal. Según la firma, esperan un crecimiento “materialmente más bajo” de las ventas netas orgánicas.
“Las presiones macroeconómicas en la región están dando lugar a un menor consumo y a una tendencia a la baja de los consumidores. Estos impactos están ralentizando el progreso en la reducción del inventario del canal a niveles apropiados para el entorno actual”, explican desde el fabricante de Johnnie Walker y Guinness.
Una tendencia que hace que se vigilen mercados como España, donde el whisky sigue siendo el destilado preferido de los españoles. Según el último informe de la patronal Espirituosos de España, la cuatro de mercado la lidera el whisky con un 24,5%, seguido por los licores (21,6%), el gin (19,5%) y el ron (14,6%). Una gran cantidad de seguidores que desde este año ya no tienen su museo en Madrid.